Hijos de las sombras

viernes, 16 de mayo de 2014

¿Empezar de casi cero?


Es el fin de un ciclo. Y me siento emocionado ante el cambio que se avecina. Después de mucho tiempo de locura y depresión, de momentos llenos de angustia y de incertidumbre sangrante, al fin he roto con algunas cadenas que me mantenían firmemente sujeto a una especie de estado catatónico aderezado con esas pequeñas e inconstantes explosiones de mala hostia, aunque sobra decir para aquellos que tienen el placer de conocerme, que comparadas con los arranques de mis viejos buenos tiempos, éstas solo son meras "pecata minuta", castradas como estaban por las circunstancias. 

¿ Y eso por qué? Se preguntarán mis inexistentes conocidos anteriormente mencionados. Pues bien, La explicación es simple, y fácil de ejecutar, ustedes mismos podrían hacerla con un poco de esfuerzo, una pizca de mala suerte y ah! lo más importante: Una autoestima a la altura del betún. Esos son los ingredientes básicos para una bajada a los infiernos y convivir, instalado en el kaos permanente, con una versión de mí de la que me avergüenzo, pero que al fin y al cabo ha servido para abrir los ojos a otros mundos, otros conceptos y tener por primera vez mi vida la sensación de que estoy en un camino que no va a morir a un abismo.


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